HASSAN |
Cuando aún era un niño, Hassan dejó la escuela para aprender los entresijos del negocio familiar: guiar a los turistas a través del desierto. Ahora forma parte de las expediciones de dromedarios que atraviesan las dunas de Erg Chebbi.Durante el camino, nos contó su historia Tal y como dicta la tradición bereber, el guía de dromedarios lleva este nombre porque es el pequeño hijo de su familia. El Pequeño de sus hermanos fue nombrado Hamid por ser el primogénito, y el segundo, Said. Si hubieran sido niñas, pondrían Itou a la primera hija y a la segunda Fátima y Khadija.
Cuando los expedicionarios subieron a sus dromedarios, Hassan susurró "tuctuc", y en ese mismo instante los animales se pusieron en pie, uno detrás de otro en fila india. Por lo general, los dromedarios que encabezan las caravanas son machos, porque las hembras se reservan para dar leche y criar, al igual que en una familia musulmana según Hassan. Estos animales, que pueden vivir de 20 a 25 años, tienen mucha resistencia: pueden pasarse una semana sin beber agua mientras coman algunas de las pocas hierbas que encuentran entre las dunas. Otra curiosidad es que el dromedario no solamente se utiliza como atracción turística, sino que los habitantes de la zona se alimentan de su carne. Además, su piel también se usa para fabricar tambores o se trabaja hasta convertirse en la tela que cubre las haimas.
Finalmente, cuando llegamos a nuestro destino, Hassan dijo "outche" y los dromedarios descendieron sobre sus patas para que los expedicionarios desmontaran y empezaran su noche mágica en el Oasis .
1 comentario:
Un Viaje Fantastico!!
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